Las eflorescencias son sales cristalizadas, que aparecen en forma de manchas blancas en la superficie de las fachadas.
Las eflorescencias en fachadas, también conocidas como salitre, pueden aparecer en diferentes materiales empleados en la construcción (ladrillos, morteros, etc.).
Esto se debe, a un exceso de humedad en el interior de los materiales, que diluye los cristales de sales que estos contienen.
El exceso de humedad en los materiales de las fachadas, puede provenir del interior del edificio, del terreno o de la lluvia.
Finalmente, cuando la humedad trata de salir al exterior a través de los poros de los materiales, arrastra consigo las sales diluidas hasta la superficie, donde vuelven a cristalizarse tras evaporarse la humedad.
A simple vista, el primer daño que provocan las eflorescencias en las fachadas, es el deterioro de su aspecto, dañado por la aparición de múltiples manchas blanquecinas.
Pero las eflorescencias, también afectan al revestimiento superficial de las fachadas, provocando desconchones en ladrillos, pinturas, etc. y pudiendo llegar a provocar desprendimientos si no se eliminan correctamente.
Para eliminar las eflorescencias de las fachadas definitivamente, no basta con eliminar los daños que han ocasionado (manchas de salitre, desconchones, etc.), si no que habrá que localizar el origen que las está provocando y repararlo.
Dado que las eflorescencias en las fachadas, aparecen cuando existe humedad en el interior de los materiales, habrá que localizar de donde proviene dicha humedad y reparar la zona.
Entre las causas más comunes que pueden provocar un exceso de humedad en el interior de los materiales, se encuentran:
A través de las grietas y fisuras, puede filtrarse el agua de lluvia, humedeciendo el interior de los materiales de la fachada. Para solucionarlo, habrá que reparar las grietas y fisuras.
Si existe algún material en la fachada que tenga una superficie porosa, absorberá la humedad exterior y la transmitirá al interior del material. Para evitarlo, habrá que aplicar un tratamiento impermeabilizante que selle los poros del material y evite el paso del agua.
Si en la fachada existe algún elemento o zona en mal estado (sellados, revestimientos deteriorados, etc.), puede filtrarse la humedad por dichas zonas, transmitiéndola al interior de los materiales.
Una vez solucionado el origen de la humedad en la fachada, se puede proceder a eliminar los daños ocasionados por las eflorescencias.
Para eliminar las eflorescencias de las fachadas, se emplea un equipo de presión que proyecte un limpiador especial diluido en agua, así como cepillos para tratar las zonas más afectadas.
De esta forma, se eliminarán las sales cristalizadas en el exterior de la fachada, recuperando su aspecto inicial.
Una vez hecho esto, es recomendable aplicar un tratamiento impermeabilizante que selle los poros de la fachada, para evitar que los materiales absorban humedad del exterior.