Antes de ponernos a hacer una piscina, tenemos que tener en cuenta ciertos factores, para así evitar problemas inesperados en un futuro.
Anteriormente vimos las ventajas o desventajas de tener una piscina en casa, en este artículo vamos a ver los factores que hay que tener en cuenta antes de hacer una piscina.
Habitualmente para ganar privacidad en una piscina, se suelen colocar árboles alrededor, para evitar que nos puedan ver los vecinos.
Hay que tener muy en cuenta los tipos de árboles que elegimos o los que ya están plantados. Ya que las raíces de un árbol pueden deteriorar un muro de hormigón.
También debemos evitar que den sombra a la piscina, para así poder mantener el agua de la piscina a una temperatura agradable.
De todos los árboles, es conveniente elegir los que tienen forma alargada, ya que sus raíces suelen ir en vertical y si es posible elegir los de la zona, porque se adaptan mejor al clima.
Los árboles que pierdan muchas hojas, ya que ensuciaran constantemente la piscina y más los que tienen algún tipo de aceite en las hojas (como los pinos). Otros árboles no recomendados son las higueras y los sauces, ya que tienen unas raíces muy agresivas, que pueden extenderse en busca de agua por todo el terreno, rompiendo tuberías, muros, etc.
Habitualmente las piscinas se construyen en la parte trasera de las viviendas, para ganar intimidad.
Pero lo más importante, es colocarlas en la zona que más sol recibe durante todo el día, para poder mantener el agua a una buena temperatura el mayor tiempo posible.
Es un factor muy importante, que debemos tener en cuenta antes de hacer la piscina. Ya que el gasto de una piscina no es solo el construirla, sino el mantenerla en buenas condiciones durante toda la vida.
En una piscina hay dos tipos de mantenimientos, el del agua y el de la piscina en si.
Se trata de conservar el agua en buenas condiciones, tanto para su aspecto (clara y cristalina) como para nuestra salud.
Tendrás que hacer una inversión en comprar productos de limpieza de piscinas.
Este mantenimiento incluye pasar el limpiafondos habitualmente (filtrando el agua) y mantener un control de los niveles del agua (ph, cloro, alcalinidad, etc.).
Este mantenimiento será más a largo plazo, pero es bueno revisarlo anualmente, para evitar que los daños vayan a mayores.
Habrá que revisar que el revestimiento de la piscina no se desprenda, la aparición de grietas, posibles fugas, atascos en desagües y sellados de los diferentes elementos de la piscina.
En función del tipo de piscina, variará el método de reparación.