Los fosos son zonas muy expuestas a las humedades, ya que suelen estar bajo el nivel freático.
Esto hace que estén en contacto con el agua constantemente y que aparezcan diferentes problemas de humedades.
Si pensamos que las humedades de los fosos solo son un charco de agua y creemos que solo pueden ser por causa de una filtración, estamos muy equivocados.
Este tipo de humedades se aprecia porque el agua filtra hacia el interior del foso, creando un charco o inundándolo (dependiendo de la cantidad).
En muchas ocasiones no existe impermeabilización y con el tiempo la humedad va deteriorando la zona exterior del foso, hasta que consigue filtrarse por alguna coquera, soldadura, fisura o pasante del hormigón.
Se caracterizan por dejar manchas de humedad o de salitre, desde la zona inferior del foso hasta una altura de 1 metro aproximadamente.
El origen de estas humedades, viene dado por la absorción de la humedad del terreno a través de los muros y la solera.
Al evaporarse la humedad, en la superficie quedan los restos de salitre que contenía y esas sales tienden a levantar el revestimiento del foso.
Suelen aparecer en fosos con poca ventilación y sobre todo en los metálicos.
En muchas ocasiones, la condensación provoca charcos de agua y puede ser confundida con las filtraciones.
Las humedades pueden provocar diferentes daños, tanto en la estructura del foso como en las instalaciones que haya en su interior.
Los daños ocasionados variaran en función del tipo de foso, si es de metal o de hormigón.
Los principales problemas en estos fosos vienen por las soldaduras, ya que los movimientos y la presión del agua pueden hacer que aparezcan fisuras, por las que se filtra el agua.
La humedad también va oxidando la estructura del foso.
Una vez que se producen filtraciones, es cuestión de tiempo que la armadura del hormigón se oxide y con ello se empiece a agrietar el hormigón.
Las filtraciones van deteriorando el revestimiento interior del foso hasta que se acaba cayendo.
Como es lógico, la humedad del foso acaba afectando a las instalaciones que hay en el, como los ascensores, elevadores, etc.
Esta humedad va oxidando todos los elementos metálicos y pueden provocar cortocircuitos en los sistemas eléctricos.
Si el personal de mantenimiento detecta agua en el interior de un foso de ascensor, lo parará inmediatamente hasta que se repare (por seguridad).
Hoy en día, debido a los grandes avances que ha habido en la industria de los productos químicos, existen diferentes sistemas para evitar las humedades en los fosos.
Existen una gran variedad de soluciones, pero unas están pensadas para aplicarlas antes de hacer el foso y otras para cuando ya esta echo.
En este caso los sistemas impermeabilizantes se aplican desde el interior, ya que no hay acceso para hacerlo desde el exterior del foso.
El sistema de impermeabilización a aplicar, variará en función del tipo de humedad existente y de su origen.
Cuando existe humedad por condensación en un foso, habrá que analizar que ocurre para que esa humedad se condense y así aplicar una solución u otra.
Entre las soluciones más conocidas podemos encontrar:
Para incrementar la temperatura de esas zonas, haciendo que este por encima de la temperatura del punto de rocío.
Para hacer que el aire se renueve por otro con menos humedad y para hacer que el aire circule constantemente.
Este tipo de humedades son las más habituales en los fosos y las que más problemas ocasionan.
La solución para las filtraciones está compuesta por varias fases:
Una vez sacado el agua para poder trabajar, habrá que taponar las vías de agua para evitar que se vuelva a llenar el foso.
Una vez tengamos seco el foso, se reparan los daños ocasionados por la humedad y se regulara la superficie para poder impermeabilizar.
Impermeabilizar el foso completo creando una barrera impermeable, que evite el paso del agua hacia el interior.
Estas soluciones se aplican para evitar las filtraciones de agua en el foso.
Se aplican entre el terreno y el foso, siendo los sistemas a base de láminas los más utilizados.
Entre los más utilizados podemos encontrar:
Es una lámina formada por bentonita de sodio natural y va unida a una malla geotextil de polipropileno. Al entrar en contacto con el agua, se expande, creando una barrera impermeable en la zona exterior del foso.
Que se colocan entre el hormigón de limpieza y la solera de hormigón, quedando enterrada entre ambas capas.