Como cualquier otra parte de nuestro hogar, las ventanas de aluminio en Málaga y persianas necesitan un cuidado y mantenimiento regulares.
¿Alguna vez te has parado a contar cuántas veces abres y cierras las ventanas de casa? ¿y las persianas?
Si subes las persianas cada mañana y las bajas para irte a dormir, solo una vez al día, en un año has utilizado el mecanismo 730 veces.
También el viento, la lluvia y los cambios bruscos y constantes de temperatura castigan los cerramientos influyendo en su desgaste.
Entre los principales problemas encontramos:
Gomas agrietadas.
Cristales desajustados.
Las juntas de los marcos oxidadas.
Ventanas o puertas desencajadas.
Cristales empañados o ventanas “que lloran”.
Entra aire a través del tambor de la persiana.
En todas estas situaciones se ha perdido el aislamiento térmico y acústico de nuestra carpintería de aluminio o ventanas de PVC.
El frío, aire y polvo, especialmente molesto para los alérgicos durante la primavera, también el ruido de la calle se cuela a través de estos pasos de aire.
Con la entrada de agua se genera humedad y con ella, aparece moho en la pared, alrededor del marco de la ventana.
Y si el frío entra en casa, el calor también se escapa, por lo que se malgasta una gran cantidad de energía en calefacción y electricidad y esto a la larga nos sale caro.
A menudo estos problemas molestos tienen fácil solución gracias a las correcciones de entrada de aire. Se pueden realizar en el día y sin necesidad de obra.
No hay que gastarse una fortuna en instalar una nueva carpintería, basta con reparar la que tenemos.
Además, realizando revisiones periódicas y pequeños ajustes podemos alargar la vida de nuestras ventanas y persianas, y asegurarnos de que funcionan correctamente sin tener que cambiar las ventanas, mantienen el aislamiento y se encuentran en perfecto estado.