LED son una siglas en ingles y que corresponde en español a "Diodo Emisor de Luz".
Un LED se basa en un semiconductor que emite luz al aplicarle una pequeña corriente eléctrica.
Este dispositivo semiconductor con el que cuenta un LED está normalmente encapsulado por un recubrimiento de plástico de que tiene más resistencia que las cubiertas de vidrio que habitualmente se emplean en las lámparas incandescentes.
El color de la luz emitida por el diodo del LED va a depender del color del material semiconductor empleado para su construcción.
Con la tecnología y para el uso del Led nos permiten conseguir muchas y variadas aplicaciones como pueden ser algunas de ellas:
Alumbrado de interiores y exteriores
Publicidad y decoración ambiental
Señalización e iluminación pública
Industria
Algunas de las principales ventajas de la tecnología LED son:
Eficiencia energética del 90%
Ahorra en la factura de la luz
Ahorro ecológico
No emite calor
Encencido instantaneo
Las bombillas LED son capaces de generar la misma luz que una lámpara tradicional utilizando un 90% menos de energía, lo que supone un importantísimo ahorro.
Este ahorro puede variar en función de si las lámparas tradicionales son halógenas o bombillas de bajo consumo, pero si tomamos por ejemplo la substitución de 20 lámparas por bombillas LED en un hogar medio, se puede ahorrarse unos 150€ anuales en la factura de la luz de media.
Una cuantía poco despreciable teniendo en cuenta las subidas constantes en la factura de la luz.
Una lámpara LED de media puede tener una vida útil de alrededor de 45.000 horas frente a las 2.000 horas que ofrecen las bombillas tradicionales.
Esta proporción equivale que una bombilla LED dura tanto como 22 bombillas tradicionales.
Por tanto, en mantenimiento o en substitución de bombillas, el ahorro en este sentido es también muy importante.
El echo de que éstas bombillas tengan una vida tan prolongada es debido a que éstas no generan o acumulan calor, lo que se reduce el riesgo a romperse y aumenta su vida útil.
Si es verdad que el coste de la substitución de las bombillas por LEDs es importante, lo que hace pensar que determinadas personas se decanten por no realizar la inversión, pero debéis de tener en cuenta que se puede recuperar la inversión en menos de años.
Las lámparas LED están libres de materias altamente contaminantes como el tungsteno (bombillas normales) o el mercurio (fluorescentes), con lo que las hace 100% reciclables.
Hay estudios que afirman que si todas las bombillas del mundo se reemplazaran por lámparas LED en sólo 10 años se reduciría el consumo de carbón en casi 150 millones de toneladas, se necesitarían 230 centrales nucleares menos y se reduciría cerca de 9.000.000 de toneladas de C02 que se liberan a la atmósfera.
A diferencia de las bombillas de bajo consumo las luces LED se encienden de manera inmediata y otorgando el 100% de iluminación desde el mismo instante que se han encendido.
Como se puede comprobar, esto son sólo algunas de las ventajas que nos aporta esta tecnología sin embargo hay muchas más como por ejemplo la posibilidad de que éstas cambien de color o la reducción de la fatiga visual.